Lappset PlayEvolution - La vida en un arenero y fuera de este

Juego en la arena

Cuando jugamos, inhibidamente y casi sin darnos cuenta, creamos nuevos mundos. Cuantas más fronteras cruzamos, más pequeñas e insignificantes se vuelven. El concepto Play Evolution de Lappset no trata de reinventar la noción de juego, sino que es un intento de encontrar nuevas y divertidas perspectivas para nuestras vidas, así como de promocionar nuestro instinto natural para los juegos. Jugar lo es todo.

Convierta las cosas serias en divertidas

Lo contrario de jugar no es trabajar, sino la depresión. Un niño juega por naturaleza, pero según nos vamos haciendo mayores empezamos a pensar que ya se nos ha pasado el tiempo de jugar. Sin embargo, jugar es la actitud que nos mantiene activos y que conduce nuestras mentes en nuevas direcciones, tanto en el trabajo como en cualquier otra situación cotidiana. Jugar es relajante tanto para los niños como para los adultos, es una fuente de aventuras, creatividad y desarrollo: es aquello que nos conduce a ser felices y a tener éxito. El mundo evoluciona jugando.

¡Para su salud!

La salud es una cuestión seria, pero jugar es un factor importante que ayuda a mejorar nuestro bienestar. Jugar da a personas de todas las edades un sentido de éxito e inspiración, además de brindarles la oportunidad de hacer ejercicio y la felicidad de poder pasar ratos juntos. El juego físico mejora la coordinación, el equilibrio y la agilidad corporal, sin el estrés que suele asociarse a la práctica de ejercicio. Cuanto más ejercicio hacemos y retamos nuestro propio desarrollo, más sanos estamos y durante más tiempo. Nunca es demasiado tarde para empezar a jugar.

No se trata del final, sino del principio del jugar

Lappset no se ha sentido nunca satisfecho con sólo diseñar y fabricar equipos para áreas recreativas. Nuestro entusiasmo sin prejuicios por las nuevas ideas, y por entender lo que es la esencia de jugar, ha encabezado la propia evolución de Lappset en forma de proyectos con participación científica así como de desarrollo continuo y dinámico de productos.

Las raíces de nuestra cultura corporativa curiosa y juguetona se remontan a la década de los años 60, cuando Antero Ikäheimo, el fundador de Lappset, educaba a sus hijos. Según se iba familiarizando más y más con el mundo de los juguetes, se dio cuenta de que los niños necesitaban algo mejor, algo que les hiciera querer escalar, colgarse cabeza abajo, poner a prueba su propio equilibrio y explorar cosas nuevas. Antero también fue un pionero que, ya entonces, se dio cuenta de que el bienestar de la raza humana dependía de crear sitios de encuentro en los que tres generaciones de personas pudieran relacionarse e interactuar, sitios en los que personas de edad y condición diferentes pudiesen jugar juntos y disfrutar. En 1970, esta idea generó la fundación de Lappset.