Menos estrés, mayor creatividad

“Lo contrario del juego no es el trabajo, sino la depresión.” – Brian Sutton-Smith

La pregunta “¿cuáles son los beneficios de jugar?” es de hecho un típico ejemplo de cómo piensan los adultos.
El mundo de los adultos gira alrededor del rendimiento, la obtención de puntuaciones y la concretización de objetivos. Jugar puede ofrecer una alternativa mediante la cual los adultos puedan expresarse y relajarse.

El estudio Terman, que ha estado realizándose en los Estados Unidos desde los años 20, tiene como finalidad identificar a niños superdotados. Este estudio ha demostrado la existencia de una estrecha relación entre la longevidad y la habitual participación en juegos durante toda la vida del individuo.

Asimismo, también se ha afirmado que las propiedades relativas a la capacidad para jugar están estrechamente relacionadas con la elección de pareja. Tanto las mujeres como los hombres piensan, inconscientemente, que un esposo o esposa dotado con una alta capacidad para jugar no supondrá ninguna amenaza para ellos o sus hijos.

Para los adultos, jugar representa:

  • Disfrutar de un espacio de tiempo cualitativo junto a los hijos
  • La oportunidad de darle a la mente un respiro y de evitar que ésta permanezca inamovible en ciertas estructuras mentales
  • Ejercicio
  • Creatividad

¿Sabía que….?
Nuestros antepasados dedicaban mucha más energía a jugar. Según el antropólogo Marshall Sahlins, las comunidades de cazadores y recolectores destinaban alrededor de cuatro horas al día a trabajar. El resto del día lo dedicaban a jugar.


Menos estrés, mayor creatividad